miércoles, 19 de octubre de 2016

Nuestro nombre en clave #pedagotécnica

En la pizarra
Siguiendo los pasos de mi compañero y amigo Gregorio Toribio, seguimos trabajando actividades tomando como centro motivador a los espías. Todo buen espía que se precie ha de tener un "nombre en clave" o nombre secreto para que no sean identificados con facilidad o descubiertos en sus labores de espía. Usando nuestro nombre, las vocales y los números, hemos creado en clase nuestro nombre secreto.
  • En primer lugar hemos escrito nuestro nombre en mayúsculas y de color rojo han rodeado las vocales que aparecen en él.
  • A continuación y en el mismo renglón, han escrito las vocales en sentido inverso U O I E A.
  • En las vocales U O E I A han rodeado de rojo las vocales que aparecen en el nombre de cada uno.
  • Después hemos escrito las vocales del nombre en el renglón siguiente de forma inversa. ¡Vaya encriptación!
  • Por último hemos añadido un guión (-).
  • Para finalizar hemos añadido el número de letras que forman el nombre.
  • Nota: Para aquellos que tenían el mismo nombre y les salía el mismo nombre en clave, han añadido la inicial de su primer apellido después del número.


Al principio ha costado entender el método de creación, pero con unos cuantos ensayos cada uno ha conseguido jugar con las vocales de su nombre combinándolas con los números, consiguiendo el ansiado nombre en clave o nombre secreto. Seguimos configurando nuestro perfil de espía.
Continuará...

sábado, 15 de octubre de 2016

El lápiz afilado #pedagotécnica

Imagen tomada de Tarringa

En primero escribimos y coloreamos mucho en multitud de actividades, por ello los lápices han de estar bien preparados para su buen uso, es una herramienta de trabajo que usamos cada día y los tenemos que tener en optimas condiciones. Cuando se usa el lápiz de grafito y no está afilado, las letras son más oscuras, ensucian los folios o el cuaderno y al borrar casi siempre quedan unas marcas que no son bonitas en nuestros trabajos. De la misma manera cuando los lápices de colorear no están afilados (ya sean de madera o de cera), las superficies coloreadas quedan con espacios en blanco o dificulta el coloreo de áreas pequeñas con la consecuencia de que "nos salimos". El sacapuntas se queda sin trabajo...

Afilados y no afilados

Para solucionar este asunto les he pedido que cogieran sus lápices y con la yema del dedo tocaran la punta, si la punta está muy redondeada y no pincha un poco, es la prueba de que hay que afilarlo.; si por el contrario tocamos la punta y nos pincha, nuestro lápiz esta preparado para usarlo correctamente. Con está sencilla técnica siempre tenemos los lápices bien afilados para su correcto uso. De paso el sacapuntas adquiere su función y los trabajos quedan bien hechos y presentados. El mantenimiento de las herramientas de trabajo es muy importante.
Continuará...


domingo, 9 de octubre de 2016

Un nuevo elemento en clase, los prismáticos. #pedagotécnica

Mirando por los prismáticos
En este curso he decidido seguir los pasos de mi gran amigo Gregorio Toribio, tomando el rol de "espías" en muchas de nuestras actividades en clase. Días atrás, he llevado a clase un elemento que todo buen espía usa en sus misiones, los prismáticos. Hemos hablado de este instrumento tan peculiar que sirve para ver las cosas que están muy lejos, mucho más cerca. Pero, ¿Para qué usa un espía los prismáticos? Casi todas las respuestas han coincidido en que los espías vigilan sin ser vistos y a veces, necesitan vigilar desde distancias muy lejanas, ahí aparecen los prismáticos.
Posteriormente hemos charlado sobre las situaciones de nuestra vida cotidiana en las que usamos los prismáticos y han salido respuestas de todo tipo

  • Para ver las cigüeñas de la torre de la iglesia.
  • En el campo.
  • En la playa para ver los barcos.
  • En las carreras de galgos.
  • En el teatro (unos que son muy pequeñitos maestro jajajaja)
  • Cuando vamos de vacaciones.
  • Los cazadores también los usan.
En el debate que se ha creado he ido dejando los prismáticos por todos los grupos de la clase para que pudieran cogerlos y mirar por ellos (algunos los cogían del revés o miraban solo por un ojo) y la mayoría ha descubierto que "hay que mirar por los círculos más pequeños".

Prismáticos
Nosotros, como somos espías, también vamos a usar los prismáticos en una misión especial... Como nuestra clase da al exterior del centro, hemos mirado por las ventanas observando que hay muchas cosas en la calle que no vemos muy bien, como por ejemplo las matrículas de los coches que están aparcados o los números de las viviendas, ahí ha comenzado nuestra misión con este instrumento.
  1. Encuentra la matrícula de algún coche que te llame la atención.
  2. Anota en el cuaderno, los números y las letras de la matricula, también el color del coche.
  3. Haz un dibujo del coche que has encontrado y escribe debajo la matrícula con los 4 números y las 3 letras.
  4. Ordena de menor a mayor los números que aparecen en la matrícula y anótalos justo debajo de la matrícula
  5. Suma los números de la matrícula y escribe el resultado debajo de la actividad anterior.
  6. Piensa y escribe una palabra con alguna de las letras que aparecen en la matrícula y escríbela junto al resultado de la suma.
    1. Si aparece alguna de las letras que ya conocemos bien (l, m, p, s) rodéala con el lápiz bicolor.
  7. ¡ Misión cumplida !
Lo hemos pasado pipa usando los prismáticos como verdaderos espías y hemos trabajado las matemáticas. ¡El tiempo se fue volando!
No he podido dejar de recordar una de mis películas favoritas, La ventana de indiscreta de Alfred Hitchcock, en la que los prismáticos juega un papel crucial en todo el film a manos del gran James Stewart en una trama de intriga y suspense sorprendente.

La ventana indiscreta
Continuará...


sábado, 8 de octubre de 2016

Lo que esconde el cubo de Rubik #pedagotécnica

Cubo de Rubik desarmado
El cubo de Rubik es un juego matemático basado en algoritmos matemáticos, consiste en armar todas sus caras con los 6 colores que usualmente tiene: blanco, amarillo, rojo, verde, azul y naranja. Desde pequeño fue un juego que me llamó mucho la atención y allá por los 80 ya lo armaba siguiendo los pasos de otros amigos que sin saber muy cómo lo hacía, repetía una y otra vez los algoritmos, memorizando el mecanismo de ellos y resultaba mágico cada vez que lo conseguía construir.
Este año, en primero, lo he llevado a clase para trabajar con él y las matemáticas. El primer día que lo he llevado a clase me he sorprendido gratamente ya que una gran mayoría de los niños y niñas ya lo conocían e incluso han jugado algunas veces con él moviendo sus caras.
¿Vamos a armar eso tan difícil, maestro? Los ojos se pusieron como platos... Bueno, aun no vamos a armar el cubo de Rubik pero si vamos a conocerlo, vamos a jugar y experimentar con él y vamos a aprender matemáticas, les contesté yo. Las risas y la chispa apareció en clase.
Les he explicado en qué consiste tan ingenioso juego, en el que todas las casillas de cada cara tienen que tener el mismo color y para ello ¡Hay que moverlo, girarlo, mirarlo, buscar colores, pensar y probar muchas veces! Les dejo el cubo un rato a cada grupo de clase y le dan caña, algunos de ellos consiguen colocar varias casillas unidas de un mismo color en alguna de sus caras.

Jugando con el cubo
Tomo el cubo y les digo que cada cara tiene un color fijo que se identifica con la casilla central de la cara, para ello contamos todas las caras y decimos el color correspondiente de cada una de ellas y se abre el debate, aparecen las preguntas y la curiosidad....

Casilla central de cada cara
  • Identificamos las caras de arriba y abajo, fundamentales para la construcción del cubo, También tenemos que contar las caras laterales que tiene el cubo (4) y algunos ya descubren que todas las caras tienen 9 casillas.
  • Les digo que con el cubo podemos practicar matemáticas y jugar con los números, comenzamos a descubrir algunos de sus secretos matemáticos.
    • ¿Cuántas casillas de cada color tiene la cara de arriba? ¿Y la de abajo?
    • ¿Cuál es el color que tiene más casillas en la cara central?
    • Sumamos las casillas de todos los colores en las caras que están a la derecha e izquierda de la cara central (caras laterales).
    • ¿De qué color hay más casillas en la cara de arriba o en la de abajo?.
    • Continuamos realizando comparaciones de número de casillas, de cada color, en cada cara.
    • Vuelvo a pasarles el cubo por grupos para que lo manejen de nuevo, la psicomotricidad manual con el cubo no es fácil ¡A veces cuesta mucho, maestro!. Giramos arriba, abajo, a la izquierda y a la derecha.
    • Terminamos dibujando el cubo en 3D en un folio y coloreando las casillas.

Como no podía ser de otra manera, acabaron pidiendo que construyera el cubo completo y se produjo la magia. ¡El maestro lo consiguió!.

Cubo de Rubik armado
Continuará...